Te desconozco,

pareciera que desapareces como un susurro,

yo desconcertada te busco,

no encuentro más que escombros,

restos de lo que  quizás existió, o parecía existir,

aún asi escarbo, mis manos llenas de barro se a g r i e t a n,

las lágrimas me hacen ver tu rostro borroso,

ya no eres tú, ese tú que se pronunciaba d u l c e m e n t e,

es ese aquel lejano,

ese que me mira friamente y me dice: No sé.-

En mi escenografía se dibujan figuras,

sonrisas de esas que contagian, y de aquellas falsas que 

d e s f i g u r a n,

nacen y brotan ríos de agua clara que bajan hasta mis labios.

También hay abrazos de esos donde no queda ni un sólo e s p a c i o,

de esos que tanto me gustan y que no tendré más.-

Y yo, mientras recorro tu cuerpo pliegue a pliegue, 

d e l e t r e o

una y otra vez las sílabas te-e a- eme- o

Será que me canso de poner mi boca entreparéntesis.

(o será que me cuesta tanto sonreir)

Quiero
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b e s o s
tuyos,

AHORA.-

Como una daga fría la desgarró,
le cortó en pedazos el alma que cayó en miles de cristales sobre las sábanas,
el vértigo la inundó nublando su vista y debilitando su c u e r p o,
desapareció entre sollozos,
se esfumó y desapareció en forma de espectro,
lo siguiente fue peor aún,
j a m á s volvio a ser lo mismo,
y nunca más fue la niña que creían que era...

Y un día replandece,
bajo el sol aparece tu figura
entre destellos y aire te conformas
y yo, te obeservo ansiosa y pienso:
Hoy si.-

No siempre las cosas resultan como uno las desea,
sin embargo, siempre queda un e s p a c i o donde se puede
m e j o r a r,
hacer más simple y ameno.
Y al final del día nos damos cuenta que fue mejor
de lo que planeamos. Y sonreimos.-

Cómo es posible que tengas ese poder tan inmenso,
que puedes en un segundo llevarme a mirar todas las
c o n s t e l a c i o n e s,

e incluso inventar otras cientas,

y puedas además de todo eso tatuarte en mi piel,

dejar h u e l l a s, dejar rastros que me dejan una vez más inerte.

O tal vez habrá sido

el más dulce de los s u e ñ o s . . .

Vivo en la constante pugna entre la ternura y el deseo,
una lucha entre abrazar tu c o r a z ó n ,
o azotar con pasión tus labios,
dejándome embriagar con los excesos,
en esos casos generalmente me gana la más fuerte,
que me domina de una manera sutil... más bien me dejo seducir,

pero finjo ser sometida...

Será que lo irreal se vuelve real de una manera abrupta,
que las curvas que definen la f a n t a s í a se van confundiendo con el día a día,
y yo entre confundida y felíz me deslizo hacia el final,
entre multitudes y formas que se deforman

y crean y destruyen,

o tal vez será que no soy de ese mundo . . .