lunes, 27 de junio de 2011

"Puedes perder el rastro de alguien, despistarlo, pero en el fondo sabes que hay recuerdos que te dejan marcado y se niegan a desaparecer."

No sé si creo en eso de las almas gemelas, pero sí creo que a veces conocemos a personas que nos marcan, que nos sentimos tan cómod@s... típico po'! como si lo conocieras de toda la vida, sinsaberporqué. Es la idea artística romántica, llámenme cursi, pero es cuático como ves que encajas tan bien con alguien: como un L E G O. Pero hay veces, y aquí cito a mi querido Vicentico "Los caminos de la vida, no son como imaginamos" y algo sucede y toda esa magia desvanece, se pierde en el tiempo y en el espacio. Pero no basta, el recuerdo permanece inmutable, intermitente, latente.


(No es que me haya pasado a mi)


Instantes

Este poema dicen que es de un tal Borges (Já)
qué ganas de extrapolarlo a mi vida

Si pudiera vivir nuevamente mi vida,
en la próxima trataría de cometer más errores.
No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más.
Sería más tonto de lo que he sido,
de hecho tomaría muy pocas cosas con seriedad.
Sería menos higiénico.
Correría más riesgos,
haría más viajes,
contemplaría más atardeceres,
subiría más montañas, nadaría más ríos.
Iría a más lugares adonde nunca he ido,
comería más helados y menos habas,
tendría más problemas reales y menos imaginarios.

Yo fui una de esas personas que vivió sensata
y prolíficamente cada minuto de su vida;
claro que tuve momentos de alegría.
Pero si pudiera volver atrás trataría
de tener solamente buenos momentos.

Por si no lo saben, de eso está hecha la vida,
sólo de momentos; no te pierdas el ahora.

Yo era uno de esos que nunca
iban a ninguna parte sin un termómetro,
una bolsa de agua caliente,
un paraguas y un paracaídas;
si pudiera volver a vivir, viajaría más liviano.

Si pudiera volver a vivir
comenzaría a andar descalzo a principios
de la primavera
y seguiría descalzo hasta concluir el otoño.
Daría más vueltas en calesita,
contemplaría más amaneceres,
y jugaría con más niños,
si tuviera otra vez vida por delante.

Pero ya ven, tengo 85 años...
y sé que me estoy muriendo.



domingo, 5 de junio de 2011

En qué momento pasó que no me dí cuenta que mi todo se volvió nada.
Se convirtió en una burla de los dos.
Fue triste ver como ni siquiera dolió. Se me endureció el corazón.